martes, 1 de septiembre de 2015

Lo que no se callan las mujeres.



Estoy seguro que tú, hombrecillo chistoso que me estas leyendo ahora, te has preguntado una o miles de ocasiones ¿de que chingadas madres hablan las mujeres cuando están solas? Bueno, no te partas más la cabeza, pues yo te revelare ese secreto aquí.
En realidad yo descubrí eso por accidente. Era uno de esos días en los que estaba valiendo verga en la escuela pero cabronsisimo y, en ese momento, me hablo una compañera para que la acompañar aa la cafetería. Sin nada mejor que hacer decidí ir a estar. Cuando llegue con ella me percate de que otras dos compañeras se encontraban ahí sentadas. Después de un rato me di cuenta de la sarta de pendejadas que un trió de mujeres hablan entre ellas. En un periodo de alrededor de una hora, ellas tres abordaron aproximadamente seis o siete temas. Con esta información, sumada a la que ya tenia por experiencias de la vida, fue que pude completar esta investigación.
Antes de empezar debo aclarar dos puntos importantes: el primero es que  en este post no estoy generalizando. No todas las mujeres hablan estas pendejadas…siempre. Hay algunas que tienen temas de conversación un poco mas variados, aunque a huevo han hablado de una de estas cosas de perdido unas 40 veces.
El segundo es que, en la conversación de la que tome estos datos, yo era completamente invisible, así que las pinches viejas esas se dejaron caer. Yo solo miraba, escuchaba y anotaba. Dicho esto, comencemos.

Las mujeres hablan de una sarta de pendejadas todo el puto día, pero antes de que empiecen a chingar con que nosotros los hombres también y hasta mas, debo aclarar que eso es cierto. Nosotros tenemos Seis temas de los cuales hablamos en nuestro día con otros hombres y van en este orden: Coger, comer, carros, futbol, videojuegos, coger. Las mujeres varían sus temas según la hembra que las acompañe, pero, después de un arduo análisis de unos 20 minutos, logre descubrir que entre las mujeres hay tres temas principales. Estos tres temas son, por ley universal, incluidos en la plática siempre.

Numero uno: estoy gorda.

Mas que obvio. Todas las mujeres están acomplejadas por su peso.
-No mames, mira estas pinches llantas. Parezco el pinche mono del Michelin-sin importar el peso, la compleción, etc. Las mujeres siempre se van a sentir gordas ¡SIEMPRE!
No importa si están tan sabrosas como Mandy Muse o Kendra Lust (si tu no conocías estos dos nombres, ingrésalos en google imágenes. ¿Listo? De nada) una mujer siempre se sentirá mal por su figura. Esta en su código genético que deben estar acomplejadas por esto hasta el fin del tiempo.
Durante la plática antes mencionada, pude escuchar este tema salir rápidamente a flote. Entre la sarta de pendejadas que escuche, logre oír cosas como-estoy engordando a madre, no puedo bajar tantos kilos, bla bla bla. Claro que las otras se estaban haciendo segunda y tercera entre ellas. Era una especia de apoyo moral, donde las tres estaban valiendo verga por sentirse gordas, lo cual me parecía una pendejada por que las tres estaban muy guapas y de muy buen ver.
En medio d ela platica logre escuchar dos cosas que realmente me parecieron alarmantes.
-Voy a hacer la dieta del té-dijo una de ellas. ¿en que vergas consiste la dieta del té? Pues en eso, tragar nada mas y nada menos que te de putas hierbas todos los días. Leyó usted bien, Todos los días.
Ahora emputate como yo cuando escuche esto, por que uno se parte el puto lomo seis días a la semana por un salario miserable para poder comer como pinche dios manda y esta pendeja, que no Tiene ninguna necesidad de hacerlo, va a ingerir té.
Yo, como un hombre de valores, decidí ayudarla a no ser tan pendeja y le dije-oye, amiga, puedes comer manzana. La manzana quema calorías y así no tendías que ¡TOMARTE ESE CHINGADO E INSIUPIDO PUTO TÉ DE MIERDA! Dicho esto, ella me miro con cara de-cállate, pendejo-y continuo con la otra frase que me dejo perplejo
-si, el otro día mi mama se entero de que no ando comiendo y me regaño-cárgueme la pinche verga. Yo me tengo que cocinar, u cocino bien, pero es una chinga. Tu tienes a tu madre que te prepara esa deliciosa comida con ese sazón que solo tiene una mama y no te lo pinche tragas.
¿Sabes que? Si llénate de té y muérete ¡por pendeja!
Chicas, si están leyendo esto, no se preocupen por estar gordas. Recuerden que aquí en el blog hay un enfermo que le gustan las rellenitas y les va a dar hasta para llevar.

Numero dos: quien me anda cochando.

Como si fueran medallas de honor, las mujeres sacan a flote las marcas que hay en el respaldo de su cama. Trofeos y posibles presas en cuanto a lo sexual se refiere. La plática se torna un poco mas seria al abordar este tema, ya que, es algo…delicado, creo.
En el momento en el que una de ellas menciono esto, las tres bajaron su tono de voz y, mirando con precaución a su alrededor, comenzaron con la lista.
-si, yo antes me agarraba a tal, tal y tal. Ahora ya no, ahora me ando agarrando a tal y tal, pero pues tal tiene novia, así que ya no me lo agarro…tanto.
Nombres volaban como plumas en una pelea de almohadas. Que me agarre a aquel, que me quiero agarrar a no se quien, que este guey si pero no, etc. Claro que ni tú ni yo fuimos mencionados, así que crucemos los dedos y esperemos que sea para la próxima. Aun así, me quede impactado. Esta era información muy delicada, pero yo era invisible en ese momento, así que la revelaron sin ningún miramiento.
En mi experiencia, las mujeres revelan esto solo frente a dos grupos: sus más cercanas confidentes. Esas que la apoyaran en todo y le aconsejaran…además de no tacharla de puta y las mujeres que odian y le echan en cara a quien se andan cogiendo, ya sea para presumir y ser considerada la hembra alfa o, si entre esos nombres esta el nombre del novio de la atacada, pues darle en su rechingadisima madre. Que culero que se anden paseando a tu vato…si eres mujer, a nosotros nos conviene ese pedo.

Numero tres: La puta esa.

Pero que si por su puesto que no podía faltar. La cereza del pastel, la creme de la creme y la razón por la que las mujeres se han reunido desde el big bang. Nada une más a un grupo de personas que tener odios mutuos. En el caso de las mujeres, nada las une más que odiar a la misma mujer, per que eso es lo que las mujeres odian más. Muchas te dirán que las mentiras, que las engañen y otras cosas. Eso es pura mierda, lo que mas les caga a las mujeres son las mujeres.
Ya sea por celos, por que no comparten la opinión de la otra, o por que una se ve mas sabrosa que la otra en el mismo vestido, las mujeres se odian. Pero este odio no es como el nuestro. El odio entre hombres no pasa de-es un pendejo- e ignorarlo, además de burlarse de el cada vez que le pase algo malo. Las mujeres odian con todo su ser. La sangre les hierve y la maldad brota de ellas como el vapor a presión de una cafetera.
Ahí estaba yo, sentado y mas que harto, escuchando como entre las tres despedazaban a una pobre cabrona (que obviamente no estaba presente) como animales de carroña arrancando la piel y al carne de los huesos de un animal muerto.
-pues si esta asi y asa y se le va un ojo y ella esta mas gorda que yo y esta toda pendeja-y así podría seguir. Aquellos comentarios eran mordaces y a quemarropa. Esas tres no se andaban con mamadas y, por un momento, agradecí a dios no ser mujer (algo que he hecho en mas de una ocasión).
No conformes con eso, decidieron pasarse con el novio o ex novio de la pobre. De esto yo tengo un antecedente. Se la cagaban a la pobre por que andaba con ese pobre cabron, que era un pobre diablo, un pendejo, bla bla bla. Ahora que parece que cortaron, se la cagaron aun mas-pues si esta bien pendeja, y luego se quería casar con el-luego vinieron las carcajadas llenas de satisfacción. Malvadas risas que me helaron la sangre.

Después de eso ya no pude soportar más y decidí alejarme. Eran demasiadas cosa sal mismo tiempo, cosas que ahora comparto con todos ustedes. Probablemente ya te habías topado con una de estas conversaciones por accidente. Bueno, ya sabes como esta el pedo.
Y claro que las mujeres hablan de muchos mas temas tan pendejos e irrelevantes como estos tres, pero no me voy a poner a numerarlos todos. Si quieren saber más, tendrán que esconderse entre los arbustos y escuchar atentamente.
Amanera de conclusión diré que las mujeres hablan mucha, mucha mierda (no todas…siempre).

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