lunes, 2 de mayo de 2011

Zombies y a la chingada, me faltaron vacaciones...

que hay gente, como cada mes les trigo la nueva entrega de la velocidad de la bala, aunque nadie le dice por su nombre, me vale madre, leanla, comenten, pasensela chido, nos vemos.


La Velocidad de la Bala IV

No podia creerlo, detras de mi habia gente corriendo, a mi lado estaba la persona que es lo mas cercano a un amigo que tengo totalmente aterrado y mudo, y frente a mi, a lo lejos, un monton de gente podrida y amarilla con la ropa rasgada y llena de lo que parecia sangre seca caminando por la calle hacia nosotros. Lentamente arrastraban sus pies por el camino de terraceria y se acercaban a la camioneta. Tito estaba totalmente pasmado y la verdad no engaño a nadie al decir que yo no estaba cagado tambien, pero no es muy normal andar viendo a esa clase de gente caminando o cojeando o lo que pinche sea en la calle. La calle se habia vaciado en unos minutos y la gente no dejaba de correr despaborida. Por unos momentos todo se paralizo y lo unico que se movia eran esas pinches cosas, aunque caminaban muy despacio, a esa velocidad era imposible que alcanzaran a alguien. Logre reaccionar despues de un rato, no podia dejar de verlos, pense que esa clase de cosas solo se veia en las peliculas gringas, pero no sabia que hacer. Mientras esas cosas se seguian acercando muy despacio una niña salio de una casa, estaba muy asustada, supongo que fue por los gritos, se habia quedado sola mientras todos escapaban. Yo solo podia verla ahi parada, estaba en medio de la bola de gueyes podridos que se acercaban y nosotros, pero tito y yo no podiamos ayudarle, al menos tito no podia por el estado en el que se encontraba. Lo unico que podia hacer era hacerle señas, acercarme hubiera sido un error, ya que aun no estaba seguro de que chingadas madres era lo que caminaba por la calle y no podia gritarle para no llamar mucho su atencion. Llamenme culo e inhumano si quieren, pero soy precabido, y este negicio termina haciandonos frios a la mayoria.
-niña, metete a tu casa-comence a decirle lo mas fuerte que pude a manera de no hacer mucho escandalo pero ella no lograba escucharme, habia bastante distancia entre nosotros-puta madre, niña, metete a tu casa y encierrate!-era inutil, no podia escucharme. La niña comenzo a mirar a todos lados buscando a alguien y fue cuando los vio caminar hacia ella, esa gente de piel amarilla que se caia a pedazos, pero al parecer no se habian percatado de ella. Ella estaba paralizada, al igual que nosotros y los tres solo veiamos como esas cosas se movian por la calle tambaleandose sin rumbo. Todo estaba en silencio, los tres estabamos cagados de muerte, sobre todo ella, que ya los tenia a un lado. La niña los miro fijamente y solto un grito de terror que se escucho hasta donde estabamos nosotros, fue entonces que esas cosas voltearon a donde ella estaba. Se lanzaron sobre ella como perros rabioso y comenzaron a despedazarla y devorarla, fueron tan rapidos que en menos de un segundo ya estaban encima de ella lanzando sus entrañas al aire. No daba credito a lo que mis ojos veian, sin importar cuanta muerte, cuanta crueldad haya visto a lo largo de estos ultimos años, esto le ganaba a todo eso, el ver a esas cosas amarillas comerse a esa niña en verdad me lleno de horror, y no solo a mi, tito estaba mas cagado que yo e incluso empezo a vomitar.
Estabamos jodidos en ese momento, ya era serio y teniamos que irnos de ahi en chinga. Mientras esos pinches monstruos estaban distraidos con lo que quedaba de esa niña nosotros debiamos aprovechar para salir de ahi, pero habia un problema, tito estaba palido, paralizado y completamente fuera de si. Con tito en ese estado terminariamos siendo comida en cuestion de minutos.

-tito, tito! Puta madre- le susurraba pero no me escuchaba, no podia gritarle por que al parecer eso los provocaba y no queria terminar desparramado por toda la calle, a pesar de estar a una buena distancia esas cosas eran muy rapidas y tal vez eran capaces de alcanzarnos y matarnos antes de que arrancara la camioneta.
Lo primero era hacer que tito reaccionara. Fue estupido, pero fue lo unico que se me ocurrio para hacerlo reaccionar. Estaba a punto de quitarme la bota para aventarsela a la cabeza y hacerlo despertar, y fue cuando vi la botella de tequila adentro de la camioneta. Lentamente la tome y apunte a su cabeza para hacer que despavilara, lo habia visto en cientos de peleas de cantina y sobrevivir un chingo de botellazos en la cabeza asi que no me preocupaba.
Sin pensarlo lance la botella pero falle y solo logre quitarle el sombrero de la cabeza.
-¿y a ti que chingados te pasa?- me grito. Afortunadamente tito ya habia reaccionado, lo malo es que la botella que avente se quebro al caer al suelo y el sonido llego hasta el otro lado de la calle. Cuando ellos escucharon el ruido de la botella levantaron el chinga la cabeza y nos vieron fijamente. Sus ojos brillaban y sus manos y bocas chorreaban sangre.

-no mames-dijo tito al verlos.
-no los veas pendejo, vamonos- nos subimos en chinga a la camioneta mientras ellos se lanzaban hacia nosotros gritando y gruñendo. Tito acelero la camioneta y salio en reversa por toda la calle, luego en un entronque dio una vuelta y salimos a madre de ahi hacia la carretera. No lo habia visto manejar tan encabronadamente desde que nos persiguieron los federales aquel dia. Despues de perder a esas cosas tito y yo ibamos por la carretera tratando de calmarnos, pero debo admitirlo, era algo dificil despues de haber pasado por eso. Las imagenes aun rondaban por mi cabeza y necesitaba muchas respuestas
-¿y ahora que?-me dijo tito con un tono de voz muy serio, al parecer ya se habia calmado y estaba preocupado.
-como que que?
-si, que chingados vamos a hacer ahora?-tenia mucha razon en preguntar eso, la verdad no supe que decirle, no tenia explicacion para lo que estaba pasando, pero yo tambien queria saber que chingadas madres pasaba, y por que en un pueblito tan jodido como este.
-hay que ir a mi casa-le dije a tito
-que estas pendejo? Tu casa esta en el centro del pueblo, donde estan esas madres
-si, pero ahi tengo rifles, y la neta si los vamos a necesitar, ¿o voy yo solo?
Tito solo se me quedo viendo-chingada madre-despues dio otra vuelta en u y le dio rumbo al pueblo.
Entramos muy despacio al pueblo y por toda la calle habia cadaveres y un chingo de sangre en el suelo, en las paredes, en todos lados. Tito se quedo muy callado mientras manejaba asi que le di un bachon.
-no te vayas a paralizar otra vez pendejo, te necesito lucido.
-si, si, ya estate en paz.
A lo lejos se escuchaban gritos y un desmadre completo, por donde nosotros andabamos ya casi no habia gente viva. Esa parte del pueblo ya estaba completamente muerta, enserio se veia de la verga.
De pronto una de esas madres paso corriendo enfrente de nosotros, tito paro la camioneta y los dos dejamos de respirar, esa cosa se quedo parada frente a nosotros por un momento, pero al parecer no nos vio y se fue.
Cuando llegamos a mi casa nos bajamos despacio de la camioneta, pero al parecer no se veia nada, aun asi teniamos miedo de que nos salieran esas cosas de la nada. Nos metimos en chinga a mi casa y cerramos todo bien cabron. No habia pedo ya que mi casa era la unica enrejada de casi todo el pueblo.
Tito se sento en uno de los jodidos y empolvados sillones que tenia mientras yo iba a la cocina, tenia una sed de puta madre.
-¿quieres una cerveza?-le pregunte mientras el se limpiaba el sudor de la frente con un pañuelo que siempre cargaba.
-mejor agua- me contesto. Le dio un tago a su agua y se levanto del sillon-¿donde estan los rifles?-me pregunto.
-alla atras.
En la parte de atras de la casa tenia un cuarto solo que utilizaba para guardar armas y algunaz veces bolsas de esa madre que teniamos que vender tito y yo. Tito tomo dos rifles y unas cajas de balas que tenia guardadas por si los del cartel de santana venian a hacerla de pedo a la casa. Ya armados decidimos descansar un rato.
Estaba anocheciendo y en el pueblo solo se seguian escuchando gritos y gruñidos por todos lados. No sabiamos que hacer, nesecitaba pensar en que podiamos hacer, por que esto estaba de la chingada. Paso un rato y me levante
-a donde vas?-me pregunto tito
-voy al baño
Despues de orinar me enjuague la cara y me vi al espejo, me veia horrendo, todo sucio y madreado. Sali del baño y fui a mi recamara para cambiarme las botas por unos tenis, los pies me dolian un chingo, ademas no puedo correr con botas.
Cuando volvi tito estaba viendo una estatua de la virgen que tenia en la cocina, de seguro estaba haciendo esa mierda religiosa de siempre. Se quedo ahi parado viendola un momento y luego volteo a verme a mi.
-¿y esos pinches tenis?
-¿que tienen? ¿Quieres unos o que?
-¿crees que esas madres no te vana alcanzar por usar unos jodidos tenis? Tu los viste correr, son el diablo con un cohete en el culo.
-a lo mejor no me les pelo, pero la van a tener mas cabrona.
-pfff-tito siguio viendo la estatua de la virgen y despues empezo a ver la foto que estaba enseguida- ¿por que no has tirado esa pinche foto? ¿Todavia piensas que va a regresar?
-no, solo me gusta que este ahi
-empanado cabron, ¿entonces que vamos a hacer?
-Bueno, solo hay un lugar en este pinche pueblo de mierda donde no nos puede pasar nada
-no mames, ¿apoco quieres ir ahi?
-si, hay que regresarnos a la hacienda del patron.



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