Debo admitir que este año fue muy diferente al anterior. ¿en
que fue diferente? Pues, quizás les sorprenda a todos que yo diga esto pero, no
estuvo tan mal. No me malinterpreten, este tuvo su enorme lista de pendejadas
continuas, pero si lo comparamos con el
año anterior, el cual realmente fue un infierno, pues este no estuvo tan
culero.
Si has leído este blog en años anteriores, pues sabrás que
yo utilizo la ultima entrada del año para quejarme de la mierda que paso
durante los 365 días que transcurrieron, siendo ya una tradición aquí en el
panda. Este año tratare de hacer algo diferente.
Si bien el año tuvo trabas y en algún momento se puso cuesta
arriba, pues toda esa mierda sirvió para que me diera cuenta de muchas cosas en
un viaje de esos de re descubrimiento personal.
Este año fue diferente en todos los aspectos. Mientras que
yo encontraba esa chispa que pensé que había muerto hace alrededor de 10 años,
el país se estaba cayendo a pedazos como todos sabíamos que pasaría y bla bla
bla
A que quiero llegar con todo esto? Sencillo. No voy a decir
que tuve un año feliz, por que realmente no lo fue. Tampoco voy a decir que
espero que el suyo haya sido feliz por que no me interesa. El punto aquí es que
después de todo lo que ha pasado, y después de todos estos años quejándome de
tragedia tras tragedia, llegue a una conclusión, la cual no es sorpresa. La
vida es una mierda. Oh si, es ruda, es cruel, es implacable, y se rie de ti por
que eres un pobre diablo.
Quizás le tenemos miedo. Tenemos miedo a fracasar, a fallar
a no lograrlo y a una infinidad de cosas que quizás no pasen nunca. Es como si fuéramos
Lester en belleza americana, y nos diéramos cuenta de que somos felices
justo antes de morir.
La vida no va a dejar de ser la horrible y difícil cruzada
que siempre hempsosabido que es,pero ha momentos en los cuales es bueno
simplemente respirar y dejarse llevar.
Que nos depara el año que viene? No lo se. Podemos esperar
otro ayotzinapa, o que sea legal casarse con un tostador en algún estado cerca
de Massachusetts. Lo que si es un hecho es que el año que viene será duro,
igual que el anterior, e igual que el que sigue.
Todas estas divagaciones sin el menor sentido ni estructura
son el probable resultado de lo que yo he encontrado como una especie de “paz
interior” lo cual en realidad es mandarlo todo a la verga.
No voy a desearles un excelente y feliz año, ya que no
quiero ser hipócrita. Tampoco tengo propósitos de año nuevo. Ya saben, las
cosas clásicas como bajar de peso, ir al gimnasio, tener mas dinero,ser mas exitoso,
tener mas sexo, dejar de fumar y toda esa mierda que decimos y nunca hacemos.
Si me permiten sugerirles un propósito, quizás debería ser
dejar de preocuparse de toda esa mierda tan trivial como es tener mas dinero o
bajar de peso.